Un pequeño monte con un templo y una estupa (como una cruz en la religión cristiana) gigante arriba.
Es posible subir hasta arriba del todo (hay que dar tres golpes al dong gigante que encontraréis en la puerta). Ofrece unas vistas estupendas de la parte antigua de la ciudad, aunque también se puede apreciar la zona de los negocios (rascacielos).
No es muy turístico así que es común ver tailandeses rezando en el templo. Al entrar cogen tres palitos de incenso con los que rezan y muestran respeto: uno para mostrar respeto a buda, otro a sus enseñanzas y otro a sus primeros discípulos. También encienden una vela que simboliza su vida, una vida limitada y que se consume. Finalmente ponen un pan de oro (un pequeño papel de oro) a la figura del buda.
Mejor ir temprano o tarde ya que debes subir 300 escalones y si el sol aprieta puede ser duro.
Precios y Horarios
La entrada cuesta 20 bat por persona y está abierto de 8 a 16.
Cómo llegar
En taxi o túk-túk. Todos lo conocen.